20070820

Nota escrita por Ana para Rodolfo en el pañuelo de seda blanca

Ana seca sus lágrimas. Lo hace con aquel pañuelo de seda blanca que él mismo le regaló. Qué extraño es aquello: ese pañuelo es lo único que no se ha hecho negro en la relación entre ellos dos. Cada hilo irradia aún toda su blancura almáximo. De no ser porque Rodolfo no está en casa, ese pañuelo sin mácula probablemente ya no existiría. ültimamente, no ocurre otra cosa que discusiones y peleas. Los objetos con un radio no mayor a los dos metros a la redonda del ring quedan destrozados., inservibles.
Ana extraña los días en que todo era como ese pañuelo de seda blanca. Sin embargo, no se detendría. Ni por el pañuelo. Toma su bolígrafo de tinta china y le deja una última nota a Rodolfo. Ya tiene días pensando en la frase, dándole forma en la que escribiría su oensamiento. Mas no sabe que lo esbribirá en el pañuelo de seda blanca, inamculado. Tal vez porque permaneció escondido, ajeno a todo el mundo exterior; ajeno a a la relación cada día más podrida entre Rodolfoy Ana. Permaneció guardado en el cajón del viejo buró que arrinconaron al fondo de la casa, el día que compraron recámara nueva. Era previsible.
El pañuelo desdobla su pureza y deja correr la tinta a través de sus fibras, como llevada por canales de riego.
Ya evaporadas las lágrimas de Ana, Rodolfo lee la nota escrita en el pañuelo de seda blanca. La nota dice lo siguiente:
Veinticinco diagonal mayo diagonal dosmilsiete
Cuentos de hadas de un millón de dólares de felicidad punto Puros cuentos punto
Ana

1 comentario:

Vindria dijo...

rifado rifado...
pal cineminuto c me ocurre a k un pex bien locochon en una azotea jojo, ahí luego le cuento vien q onds...